De tanto en tanto, contamos con artículos de colaboradores especiales. Hoy nuestro colaborador invitado es Jorge Maseda, co-creador de nuestra web amiga de noticias y artículos sobre Doctor Who papelpsíquico.com , donde nos recoge en un fantástico artículo sobre los momentos románticos en la etapa más moderna de Doctor Who.

A menudo Cupido se convierte en el estandarte icónico más aproximado al sinónimo del amor y las desventuras que ello ocasiona. No obstante, nuestro Cupido trotamundos llega armado (no con diminutas flechas sobre un arco mágico) sino con un Destornillador Sónico repartidos en decenas de arcos argumentales. Y como no, el efecto del amor a Doctor Who es inmediato, una pócima tan secreta como cualquier nombre real de los Señores del Tiempo. San Valentín también salpica la comunidad whovian con presentes de toda clase (quienes celebren esta festividad) y para deleite de todos, hemos puesto las manos sobre la masa para moldear un nuevo homenaje ¿De qué se trata? Hoy hemos reunido los 10 momentos más tiernos de la serie contemporánea, momentos que han roto los dos corazones de cada fan a Doctor Who. Seguro que recuerdas todo aquello que reunimos a continuación.

10 ) «No es mi doctor» – Forest of the Dead

La primera aparición de River Song en Doctor Who sigue siendo (en mi opinión) la mejor de las que hemos disfrutado. Contiene uno de las pensamientos más románticos acerca de cómo percibimos a las persona que amamos. River describe la extraña apariencia del Doctor durante su primer encuentro con el Décimo, antes incluso de que el mismo Señor del Tiempo se diera cuenta de su identidad. Fragmento: “¿Sabes cuando ves la foto de alguien a quien conoces, pero es de años antes de que le conocieses? Es como si no estuviesen muy acabados, no estuviesen hechos. Bueno… si, el Doctor está aquí, vino cuando le llamé, como siempre hace, pero no mi Doctor. He visto ejércitos enteros volverse y salir corriendo, y ahora tan sólo fanfarronea de vuelta a su TARDIS, abriendo las puertas con un chasqueo de dedos. El Doctor… en la TARDIS…” Steven Moffat acertó de pleno con este discurso, y River Song se convirtió de pronto en ese gran personaje que es hoy en día.

9 ) «Oh, ven aquí…!» – Doomsday

Esta temporada la relacionamos con el Doctor y Rose separados cruelmente en dos mundos inconexos, así que es sencillo olvidar a veces momentos tan tiernos como éste. Jackie Tyler conoce la versión paralela de su difunto marido (Pete Tyler), que a su vez, éste también la había perdido en su mundo. El destino los había juntado de nuevo, y aunque Jackie en un principio se resiste a entenderlo, Pete no puede con la oportunidad que se le presenta: “Tú no eres mi esposa, lo siento, pero no lo eres. Quiero decir que los dos… es sólo una especie de… oh, ven aquí…» Acto seguido la abraza fuertemente. No hay nada joven o pretencioso en este romance imposible, sólo son dos personas que perdieron a sus cónyuges en universos diferentes ¿por qué luchar contra los sentimientos? Así es la magia de la ciencia ficción, qué agradable fantasía.

8 ) “Do…Do…Donna!” – The Forest of the Dead

El episodio “El bosque de los muertos” está rebosante de momentos muy emocionantes, y éste es uno de ellos. A pesar de que la Biblioteca es un mundo falso y espeluznante donde existen niños idénticos y mujeres con la cara difusa, Donna Noble supo plasmar en él todo el amor a sus sueños como madre y esposa. Lee McAvoy es un chico agradable, un tanto reservado y tartamundo, perfecto para la parloteante y efusiva Donna, y la relación entre ambos pasa de la ternura a una tragedia griega en cuestión de minutos. Cuando el Doctor y su compañera salen de la Biblioteca y sus ocupantes están siendo “teletransportados”, Lee intenta pronunciar el nombre de Donna, pero su tartamudez le detiene. Es muy triste, verdaderamente cruel, no obstante de haberse visto de nuevo ¿Se hubiera quedado Donna con el Décimo Señor del Tiempo?

7 ) «¿Si?, yo soy el Señor del Tiempo» – The Girl in the Fireplace

A menudo, éste episodio ha sido considerado como el más popular (no quiere decir el mejor) de la serie actual. “La Chica en la Chimenea” puede convencer a cualquier persona sin conocimientos en Doctor Who e instantáneamente convertirlo en un fan. Lejos del lacrimógeno desenlace que acoge ésta aventura (donde tuvimos la ocasión de conocer a Madame de Pompadour), una de las escenas donde impera el “quiénes somos” así como el “qué somos capaces de hacer por la mujer que amamos” es el momento en que el Doctor, rompe el espejo del salón a lomos de un caballo extraviado en la nave de los androides Clockworks. Segundos después, un sorprendida Reinette presenta al Rey Luis XV de Francia al hombre que la ha protegido toda su vida, pero éste responde con un “¿Si? pues yo soy el Señor del Tiempo”. Las cosas claras y el chocolate espeso, ya seas Rey, emperador, alcalde o gobernador, quizás solo sea necesario valentía para ganarse el corazón de una mujer.

6 ) “¿Necesita decirse?” – Journey’s End

Todos nos subimos por las paredes con el lacrimógeno final de “Doomsday”, cuando el Doctor y Rose se despidieron a orillas de una lejana Noruega. Dos temporadas más tarde, la TARDIS bautizó por segunda vez la arena de Dårlig Ulv Stranden (Bahía del Lobo Malo) como “residencia para las despedidas”, para separar de nuevo a la pareja. No obstante, la situación fue diferente y en este caso, es el Doctor Meta-Crisis quien se gana el amor de Rose cuando pronuncia al oído las palabras que faltaron en su primera despedida. Como todos conocemos bien esta espectacular escena, me quedo con la parte en la que “el verdadero Señor del Tiempo” traga saliva ante la pérdida que sufre a manos de su homólogo.

5 ) «Si me amas, no me dejes entrar» – The Girl Who Waited

Uno de los episodios más destacados de la sexta temporada y, posiblemente, la mejor actuación de Karen Gillan como Amy Pond. Apalapucia ha sido dada en cuarentena, y mientras Amy está atrapada en una lucha sin cuartel, Rory se enfrenta a una terrible elección; o bien rescata a la versión original y “más vieja” de su esposa, o a la más reciente y joven de las dos. En última instancia, Rory no escoge finalmente a nadie en realidad, porque la antigua Amy toma la decisión por el bien de ambos. Un matrimonio real separado por una simple puerta de madera, y dos manos que se despiden tras la muralla de un sencillo cristal. Maravilloso.

4 ) “La primera cara que esta cara vio” – The Power of Three

Doctor Who sorprende (ya sea por muchas cosas) también por sus diálogos, y si hemos de destacar uno que dejase a las mujeres aturdidas de amor y a los hombres con el listón muy alto, fue el discurso pronunciado por el Undécimo Doctor en la azotea de la Torre de Londres, donde sorprendió a Amy Pond con estas majestuosas palabras; “Esto es sólo un rincón, en un país, en un continente, en un planeta que es un rincón de la galaxia, que es un rincón de un universo que crece y decrece continuamente, que se crea y destruye, y no permanece inalterable ni un solo milisegundo, y hay tanto que ver Amy… todo va tan rápido… yo no huyo de las cosas, voy a su encuentro, antes de que estallen y desaparezcan para siempre. Y está bien, nuestras vidas no irán paralelas, no pueden… un día, pronto, quizás… tú te detendrás, pero yo siempre regresaré a la primera cara que esta cara vio por primera vez, porque te llevo grabada en mis dos corazones, Amelia Pond, siempre lo estarás. Estoy corriendo hacia ti y Rory,  antes de que os alejéis de mí” Se nota (a raíz de su aparición durante el final del último especial de Navidad 2013) que Amy es literalmente par el Doctor “la niña de sus ojos”.

3) «Hacemos un buen equipo» – Human Nature

Antes que nada deseo destacar la enorme capacidad del actor David Tennant en “Naturaleza Humana, ya que ha sabido interpretar un personaje muy alejado de su indiscutible papel como Doctor. Las escenas de “acercamiento” entre la enfermera Joan Redfern y el profesor Smith han sido totalmente sublimes y celadas al amor, tanto que se ha convertido en una de las mejores historias de la nueva era de Doctor Who. Este doble episodio está lleno de adorables e históricos momentos, pero lejos de los más frecuentados en pantalla, deseo destacar ese instante donde ambos se reparten la carga de los libros y John Smith exclama un «hacemos un buen equipo!» (aunque la intensidad de coqueteo diera como resultado una situación cómica). Me gusta este episodio por una sola obviedad, y es que la razón me dice que la comedia física hace mejor cualquier situación romántica.

2 ) «Tendrías que conformarte conmigo primero» – The Lodger

La introducción inicial que reveló la consonancia mantenida entre Craig y Sophie durante los primeros compases del episodio “El inquilino”, es un claro homenaje a esos “sublimes e inocentes dardos sentimentales” que solemos soltar a la persona que nos gusta pero de una forma informal y alejada de incomodidades (siempre es un buen truco). Esta pareja nos gusta a todos porque nos recuerda a nosotros mismos, a la forma en la que actuamos frente a la asignatura del amor. Una de las mejores escenas llega cuando Sophie bromea con Craig sobre la búsqueda de ese hombre ideal, a lo que él comenta: «Tendrás que conformarte conmigo», y ella responde; “O tal vez tendrías que conformarte tu conmigo primero”. La química entre ambos hizo saltar chispas de la televisión y todos supimos desde entonces, que estaban hechos el uno para el otro.

1.) «Creo que necesitas un Doctor» – The Parting of the Ways

Cuando Rose almacena en su mente la totalidad del vórtice, es capaz de transformar en átomos a miles de Daleks o traer de vuelta al capitán Jack Harkness (para deleite de todos). Por supuesto, un poder tan descomunal como el emana la TARDIS pesa demasiado para un ser humano tan corriente, por lo que el Señor del Tiempo decide levantarse y obrar de oficio. Después de observar con total asombro los acontecimientos que suceden a su alrededor, el Noveno Doctor comenta a su amiga y salvadora que lo único que necesita es a él, ni más ni menos. Rusell T.Davies deja claro de esta forma que un simple beso es la mejor pastilla contra el dolor ajeno, la más dulce vitamina para los problemas de corazón, o la mejor forma de sentir el universo en el interior, y arrancarlo para salvación de todos.